This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
Fuente: Geophysical Research Letters
El 10 de noviembre de 2023, las autoridades evacuaron la ciudad de Grindavík en la península de Reykjanes en Islandia. Meses de turbulencia sísmica y otros signos de una inminente erupción volcánica (que en realidad no ocurriría hasta diciembre) habían llegado a un punto crítico con rápidos terremotos y dramáticas reestructuraciones del suelo, incluidas fallas que agrietaron carreteras, tuberías y casas.
Los acontecimientos del 10 de noviembre también incluyeron la formación abrupta de dos valles poco profundos conocidos como grabens. Estos rasgos geológicos se forman cuando las fuerzas tectónicas separan la corteza terrestre a lo largo de fallas normales paralelas (que normalmente se inclinan una hacia la otra como los lados de un embudo) y la tierra entre las dos fallas desciende. Los grabens también pueden ser causados por actividad magmática. Son comunes en todo el mundo e incluso en otros planetas y en la Luna, pero los científicos rara vez tienen la oportunidad de observar su creación.
Sin embargo, esta vez los investigadores estaban preparados para documentar la formación de nuevos grabens en tiempo real y con una precisión sin precedentes. De Pascale et al. informaron cómo se desarrolló el evento, utilizando datos de estaciones sísmicas, mapeo satelital basado en radar, dispositivos terrestres que registran el movimiento de la superficie en relación con los satélites, mapeo de campo y levantamientos de imágenes y de lidar basados en drones.
Los datos revelaron que los grabens se formaron en su mayoría en cuestión de horas, coincidiendo con el enjambre de actividad sísmica del día. El nuevo sistema de grabens consta de dos valles a cada lado de un horst, junto con cinco fallas normales y unas 12 fisuras que atravesaron la superficie de la Tierra. En total, el sistema muestra casi 3 metros de desplazamiento vertical y tiene unos 4.5 kilómetros de ancho. Es notablemente más ancho que la mayoría de los otros grabens conocidos, que tienden a tener menos de 1 kilómetro de ancho.
El análisis llevado a cabo por el equipo indica que la actividad tectónica, más que el movimiento del magma subterráneo, fue el principal impulsor de la formación de los nuevos grabens. Sin embargo, los investigadores sugieren que las fallas entre los nuevos grabens pueden servir como vías para la migración de magma y pueden haber contribuido a una serie de erupciones en los grabens desde diciembre de 2023 hasta mayo de 2024.
En general, según los autores, este estudio proporciona nuevos conocimientos sobre la formación de grabens y podría mejorar la comprensión de su formación y rol en sitios similares en la Tierra y otros planetas. (Geophysical Research Letters, https://doi.org/10.1029/2024GL110150, 2024)
—Sarah Stanley, Escritora de ciencia
This translation by Daniela Navarro-Pérez (@DanJoNavarro) was made possible by a partnership with Planeteando y GeoLatinas. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando y GeoLatinas.