This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
Una red mundial de corrientes transporta decenas de millones de metros cúbicos (miles de millones de galones) de agua a través de los océanos del mundo cada día. Este sistema, conocido como Circulación Meridional de Oscilación del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), es crucial para la circulación del calor en la Tierra y la regulación de los patrones meteorológicos, especialmente en el hemisferio norte.
Algunas investigaciones han sugerido que la AMOC se debilitará como consecuencia del cambio climático y que el fenómeno podría haber comenzado ya. Tal debilitamiento reduciría el flujo de agua -y por tanto de calor- a través de los océanos, contribuyendo a cambios posiblemente catastróficos en el clima global.
Sin embargo, según un nuevo estudio en Nature Communications, aún no se han observado pruebas directas de esa desaceleración en la corriente de Florida, un flujo de agua entre Florida y las Bahamas que constituye una parte de la AMOC. El nuevo estudio presenta un reanálisis de los datos que modifica ligeramente la comprensión de los científicos sobre el grado en que la AMOC ya se ha debilitado, reduciendo esa tendencia cerda de 40%.
“Esto no significa que no haya una disminución a largo plazo de la AMOC”, dijo Denis Volkov, oceanógrafo físico de la Universidad de Miami y la NOAA y autor principal del nuevo estudio. “Pero la evidencia que tenemos ahora es que la Corriente de Florida ha sido estable durante 40 años”.
Revisando los voltajes
El nuevo estudio se centra en los voltajes inducidos por movimiento que se miden con un cable submarino. Investigaciones anteriores que utilizaron datos de mareógrafos mostraron que la corriente de Florida se ralentizó a lo largo de la década de 1900, y un estudio de 2023, que utilizó datos del cable de telecomunicaciones, determinó que la corriente se había ralentizado alrededor de un 4% en los últimos 40 años.
El descenso observado por investigaciones anteriores representaba una desaceleración muy leve que era difícil de detectar dada la fuerte variabilidad de la corriente, dijo Jaime Palter, oceanógrafa física de la Universidad de Rhode Island que no participó en el nuevo estudio.
Aun así, los estudios que revelaban una desaceleración despertaron el interés de Volkov, por lo que él y sus colegas examinaron de nuevo los datos del cable. Observaron dos cualidades interesantes en los datos: En primer lugar, la tendencia descendente sólo se observó tras un intervalo de 17 meses entre octubre de 1998 y marzo de 2000, durante el cual se introdujo un cambio en el procesamiento de los datos de voltaje. En segundo lugar, los datos de observación de los cruceros, así como los datos de los satélites, no mostraban ninguna tendencia significativa, dijo Volkov. Ambos factores llevaron al equipo a plantearse si había algún problema con el procesamiento de los datos.
El campo geomagnético de la Tierra cambia a diario, tanto en intensidad como en orientación, a medida que se agita el núcleo de metal líquido de la Tierra. Estos cambios alteran sutilmente las mediciones de voltaje captadas por el cable submarino.
Después de profundizar en los protocolos de procesamiento de datos, el equipo descubrió que, a medida que se alargaba el registro de datos del cable, se requería una corrección para tener en cuenta los cambios seculares (a largo plazo) del campo geomagnético de la Tierra, especialmente cuando se utilizaban los datos para estudiar procesos a largo plazo. La necesidad de una corrección se hizo evidente solo con el paso del tiempo, que es “la razón por la que la monitorización a largo plazo es tan importante”, dijo Volkov.
Según Volkov, los nuevos datos corregidos muestran una corriente de Florida notablemente estable. Los datos “básicamente eliminaron la tendencia por completo”.
El estudio se hizo bien, dijo Lisa Beal, oceanógrafa física de la Universidad de Miami que no participó en el nuevo estudio. Beal fue coautora del estudio de 2023 que identificó una desaceleración del 4% en la Corriente de Florida. El nuevo estudio «muestra convincentemente que la tendencia en el transporte por cable de la Corriente de Florida es en realidad engañosa, debido a un error de 20 años en el procesamiento, lo cual es realmente desafortunado», dijo.
Añadiendo los datos corregidos a los recogidos por el conjunto RAPID– un grupo de instrumentos en el Atlántico que miden las corrientes mundiales cada hora desde 2004 – se redujeron las estimaciones del debilitamiento de la AMOC cerca de un 40%.
Evaluaciones de la AMOC
Según Palter, la corrección del nuevo documento sólo modifica ligeramente el consenso científico sobre la corriente de Florida. “Es una gran corrección la que han hecho, pero no cambia demasiado mi impresión general sobre la circulación oceánica allí”, dijo. “La disminución en la Corriente de Florida ya se consideraba bastante sutil; el nuevo estudio muestra que ha sido aún más constante de lo que pensábamos en los últimos 40 años”.
Incluso con los datos corregidos, los instrumentos del conjunto RAPID siguen indicando que la AMOC en su conjunto ha disminuido. Sin embargo, con sólo unas pocas décadas de datos sólidos, dijo Palter, todavía hay mucha incertidumbre sobre la disminución de la AMOC. “No lo sabremos hasta que tengamos más datos recogidos”.
“El océano no revela sus secretos fácilmente”, mencionó Beal.
En medio de esta incertidumbre, el nuevo estudio “resalta la importancia de recoger y analizar mediciones a largo plazo del océano”, escribió en un correo electrónico Magdalena Andrés, oceanógrafa física de la Institución Oceanográfica Woods Hole que no participó en el estudio. “¡Las observaciones in situ son esenciales!”.
Beal espera que aún haya mucho más por aprender sobre la corriente de Florida. Los científicos pueden necesitar mirar más allá del transporte general e investigar las características específicas del agua que se mueve a través del Estrecho de Florida, dijo. Por ejemplo, la mayor parte del flujo en la Corriente de Florida es impulsado por el viento en lugar de ser impulsado por el AMOC. Es posible que haya un debilitamiento del AMOC al mismo tiempo que el flujo impulsado por el viento se está fortaleciendo, mencionó.
Y a pesar de la incertidumbre, la sociedad todavía puede querer tomar en serio las indicaciones de un debilitamiento de la AMOC, dijo Palter. Una desaceleración de la AMOC es “lo que los modelos nos dicen que es probable que suceda, y las observaciones sugieren la posibilidad de que ya esté en marcha”, dijo. “Así que planifiquemos para ello”.
—Grace van Deelen (@GVD__), Escritora de ciencia
This translation by Saúl A. Villafañe-Barajas (@villafanne) was made possible by a partnership with Planeteando and GeoLatinas. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando y GeoLatinas.
Text © 2024. AGU. CC BY-NC-ND 3.0
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